Desde el balcón de mi apartamento en la ciudad de Colombo, Sri Lanka, te pregunto esto:
¿Desde qué lugar haces las cosas? Paro y respiro.
También me lo estoy preguntando a mi. Y en cada inhalación recojo un poquito de brisa del mar, otro poquito de mi incienso favorito que compro aquí y otro poco de la calma que hay a las 4:48 de la mañana antes de que se despierte el caos de la ciudad.
Quiero transformar mi energía en amor. En amor por la vida, por la naturaleza, por el ser humano y nuestro apasionante cerebro.

En conocimiento para conocer mejor nuestro funcionamiento y tener una salud mental, corporal y espiritual que nos permita disfrutar de nosotros mismos y de lo que nos rodea. Y desde ahí hago las cosas. Desde el respeto, la calma y la suavidad.

Porque la suavidad abre puertas que la fuerza no puede romper. Y esto es Néctar.
Un sueño que tuve una noche hace 8 años sobre un espacio seguro dentro del caos, donde poder simplemente ser y disfrutar siendo. Viajar hacia dentro para recordar tu esencia.
Y que a veces, lo único que necesitamos es refugiarnos en un abrazo donde sepamos que nos quieren, nos sostienen y nos cuidan. Exhalo, y dejo ir el exceso de miedo, la incertidumbre, la prisa y me recuerdo que mi ritmo interno que necesito ahora es el que esta bien.
Sin juzgarme, sin exigirme, agradeciéndome cada paso que me acerca más a casa, a mi.

Ojalá este espacio pueda ser ese abrazo para ti.
Con cariño,
Carla.